Los principios significan finales. Significan despedirse de personas queridas, una suspensión de aquel tiempo compartido. Significan dejar ir cosas aparentemente Muy Importantes. Hbía estado dando vueltas durante años, desde mis estudios de Doctorado hasta otro Máster mientras hacía dos cursos y trabajaba en dos otros lugares. Todo me vino desprevenido. Me volví adicta al trabajo.


Sentí que nunca fue suficiente lo que hice. Fundé mi propia compañía multidisciplinaria, con actores, músicos y bailarines. Cuando escribí una obra teatral llamada Lost (Perdidos) que tenía aquella chispa, tomé las críticas en la dirección equivocada y la reescribí a algo que no era yo, mientras toda la compañía estaba tan surrealistamente perdida que podría escribir una obra sobre ella con el mismo título.


En ese momento, dentro de mí, algo muy importante se vino abajo. Un Sueño de esos. Entonces dije: hagámoslo. Vámonos. Hagamos esta locura, a pesar de que no sea mi sueño, sino el tuyo. Podré vivir con ello y ver el mundo. Puedo viajar en tu maleta si es necesario. Todavía no sé cómo contactaré con extraños para ver si podemos colaborar. No sé si estoy rompiendo toda mi carrera musical. Pero hagámoslo.


Recuerdo el leve pánico que me acompañaba siempre en esos últimos meses. Recuerdo el día que volamos, un día que nunca terminaba, debido a esas 8 horas adicionales, ¡aunque el vuelo fue realmente emocionante! Recuerdo cuando volamos sobre Halifax: otro continente, un verde interminable hasta donde alcanzaba la vista. Recuerdo los primeros días mientras tú arreglabas los papeles para recuperar la camioneta, y cuando la limpiábamos y llenábamos: coincidía con unos días grises y lágrimas en las ventanas, mientras una araña hacía una red en la luz que brillaba a través de las nubes. Me sentía lejos de casa, pero ya lo había hecho hace muchos años, cuando me mudé sin preparación de Holanda a España con poco más de veinte años. Sabía que podía hacerlo.


Los principios significan soltar los apegos. No estaba segura si podría volver a desapegarme de un lugar y una vida que me gustaban, donde me sentía en casa. Pero la vida siempre te da lo que necesitas. Y yo andaba contra una pared creativa desde hacía años, pues necesité mi propia Odisea.